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Arreando al Elefante | El desafío de la nueva titular de la SEP

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Ricardo Sevilla 

La Secretaría de Educación Pública, que el año pasado cumplió cien años, coordina uno de los sistemas educativos públicos más grandes e importantes del mundo. De hecho, es el tercero más grande de América. No obstante, durante los gobiernos del PRI y del PAN, la SEP enfrentó un agudo estancamiento en los procesos de calidad educativa.

Y eso tiene un porqué: a los tres últimos presidentes que precedieron a López Obrador -Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox- les importó un cacahuate la educación en México. Durante sus respectivas administraciones, estos sujetos no sólo impidieron los avances, sino que alentaron el rezago educativo en nuestro país.

El negligente Vicente Fox dejó la SEP dejó en las garras de Reyes Tamez Guerra, un personaje que siempre fue repudiado por el magisterio debido a sus vínculos con actos porriles en los años sesenta.

Felipe Calderón, ahogado en su piscina de alcohol y megalomanía, abandonó la educación de México
en manos de Josefina Vázquez Mota, Alonso Lujambio y José Ángel Córdova Villalobos, quienes permitieron que el seudohistoriador Enrique Krauze y su grupo hundieran sus zarpas en el corazón de la SEP.

Enrique Peña Nieto, más cercano a Héctor Aguilar Camín que a Krauze (no olvidemos que cierto día EPN confundió a Krauze con Carlos Fuentes), dejó que el dueño y director de la revista Nexos hiciera de las suyas en la SEP, a través de tres secretarios que servían a intereses espurios: Emilio Chuayffet, Aurelio Nuño Mayer y Otto Granados Roldán.

Delfina Gómez, quien ya estuvo a punto de vencer al PRI en el Edomex, saldrá a continuar su hazaña epopéyica: arrebatarle al tricolor su principal bastión. Pero AMLO, que sabe que la SEP es cardinal en su cruzada por la transformación, ha nombrado a Leticia Ramírez Amaya, una de sus colaboradoras más confiables y cercanas, al frente de esa institución.

Aunque el Presidente tiene una gran confianza en Amaya, la profesora no la tendrá fácil, puesto que la SEP, desde la época de José Vasconcelos, siempre ha sido un blanco muy atractivo para el conservadurismo.

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