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Javier Lagunas
Durante una parte de su conferencia del pasado viernes 15 de julio, el presidente se refirió al episodio del golpe de Estado en Bolivia hace un par de años y de cómo, el movimiento afín al derrocado Evo Morales, triunfó nuevamente por la vía del voto.
Al dedicarle varios minutos y con marcado énfasis a ese tema, como lo hace prácticamente en cada “mañanera”, envió señales a sus opositores políticos, mediáticos y detractores en general: Sin decirlo, equiparó su gobierno con el movimiento social que llevó a Morales a la presidencia boliviana y por la forma en que narró los hechos, está augurando y así se los hace saber, que la 4T aún tiene camino por delante y evidencia su
seguridad de que Morena permanecerá en el poder al menos seis años más después de su salida.
Aquí una abreviada parte de su alocución: “se dio el golpe, se quedaron callados la mayoría de la gente pobre y cuando pensaron, los conservadores (de aquel país), que habían dominado.
CON LA CAMPAÑA MEDIÁTICA en contra de Evo y todo lo que representaba, llamaron a elecciones y cuál fue el resultado, ganó” López Obrador parece decirles a sus adversarios que él es la cabeza de la 4T
como Morales lo fue en Bolivia, que a este último lo sacaron a la mala del poder como pretendieron hacerlo aquí, que la gente NO olvida ni perdonaría a quienes atacan al presidente que por primera vez los volteó a ver y atendió de manera efectiva.
Aunque no lo dimensionan, les dice que en 2024 millones de mexicanos pobres a quienes se apoya con recursos económicos directos, refrendarán lo que él representa. Parafraseando al clásico les aclaró: “no se hagan bolas, la 4T continuará”.