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Ricardo Sevilla
En marzo de 2017, en el portal de Aristegui noticias, publiqué un texto donde presenté pruebas sobre la conjura que se orquestó contra López Obrador para que no llegara a la presidencia de la República.
Como dije en ese momento, el centro de operaciones se encontraba en la calle de Berlín, número 245, en la colonia Del Carmen, alcaldía de Coyoacán, en la Ciudad de México. Para desbarrancar a AMLO, ahí se dieron cita, entre otros personajes, Enrique Krauze, Gustavo de Hoyos, Margarita Zavala, GermánMartínez Cázares, Consuelo Sáizar y Luis de la Calle.
Raymundo Riva Palacio, por boca de Martínez Cázares y Krauze, lo supo y autorizó a Juan Carlos Rodríguez que me entrevistara para que ofreciera mi testimonio en el semanario Eje Central. El resultado fue un texto llamado Operación Berlín. Un día después, Carmen Aristegui se subió al tema y me pidió que acudiera a conversar con ella sobre los pormenores de esa trama. Y así lo hice.
Me presenté a los estudios de Aristegui noticias, en el Periférico Sur. El programa tuvo un alcance enorme y, al terminar la emisión, mucha gente del gremio periodístico quería entrevistarme.
Aristegui, al saberlo, junto sus manos abiertas y me dijo: “por favor no des entrevistas”. Y agregó: “que tu tema sea una exclusiva para nosotros” (de Aristegui Noticias). Lamenté su petición. Hasta ese momento yo creía que Carmen era un periodista hecha y derecha y que auténticamente estaba interesada en las noticias, es decir en los relatos o escrito sobre un hecho actual y de interés público.
Pero me equivoqué. A ella le valían un cacahuate la información y las noticias. A la dueña del sitio Aristegui Noticias sólo le importaba el rating.