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Javier Lagunas
Durante la campaña de Bill Clinton, su equipo se perdía buscando lemas para resumir qué les preocupaba a los norteamericanos. Fue el estratega del ex presidente, James Carville, quien lanzó “¡Es la economía, estúpido!” cuando se divagaba. Eso y no otra cosa era el centro de todo. Desde luego, Clinton ganó la Casa Blanca.
Lo anterior viene al tema porque, a pregunta de reportera en su mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador, insistió – por enésima vez – que no le importa el dinero, es decir la riqueza material.
Pero aseveró: “respeto mucho a quien tiene, no todo el que tiene es malvado, hay gente que ha hecho su patrimonio con trabajo, de conformidad con la ley y merece respeto, yo estoy en contra de la riqueza mal habida, estoy en contra de la corrupción…”
El mensaje de AMLO es también una reafirmación de que no está, nunca estuvo, ni estará contra el dinero, la empresa, el capital ni el mercado.
No lo dice pues no es su estilo, pero nosotros sí podemos “traducir” lo que el presidente quiere que entiendan sus detractores políticos, mediáticos y algún sector de la cúpula empresarial: “no es el dinero, es la riqueza mal habida y la corrupción estúpidos, contra eso estoy”.
En esta frase de dieciséis palabras, AMLO resumiría, desde nuestra óptica, 30 años de lucha y de su ideología para quienes insisten en presentarlo como enemigo de los ricos y los
empresarios.
FOX, “CON LAS PATAS”
Para finalizar, en su mañanera de ayer 2 de junio, expuso un “twitter” de Vicente Fox respecto a la suspensión de un juez a un tramo del Tren Maya: “esto es lo que pasa por hacer
las cosas con las patas!! Marranadas, puras marranadas”.
Nuevamente, SIN DECIRLO, el mandatario dijo mucho: “esto lo describe muy bien” (a Fox) y seguidamente, recordó la ilegítima y antidemocrática intervención del guanajuatense en
las elecciones de 2006. Es decir, el que hizo las cosas con las patas e incurrió en marranadas fue precisamente el panista. En pocas palabras dijo que el marrano que lo hizo fue el panista.