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Javier Lagunas
En su conferencia de este miércoles 20 de mayo, AMLO volvió, como casi todos los días, a dejar mensajes “cifrados” para quienes tengan oídos y no sólo quieran, sino sepan escuchar.
Uno de ellos fue que a él NO lo van a sujetar con movimientos obreros artificiales o azuzados por dirigentes sindicales.
Se atenderán los reclamos legítimos en el caso de los petroleros que demandan justicia en el tema de la entrega u otorgamiento de plazas de parte de su sindicato (STPRM). Dejando constancia que en ese aspecto se están corrigiendo las cosas, es decir, NO se entregarán plazas sólo por tener influencias o cercanía con los dirigentes como todo mundo conoce y sabe se hacía y sigue haciendo. Se les acabó el negocio y no se los mandó a decir.
El mensaje fue para esos líderes charros, se los marcó claramente: “bájense de ese carro, no van a seguir medrando ni haciendo lo que deseen porque yo tengo claro que las manifestaciones afuera de la Torre de Pemex responden a la pérdida de privilegios y canonjías como los que muchos de esos líderes tenían, por ejemplo, en el cancelado aeropuerto de Texcoco”.
Y algo muy importante que pudo pasar desapercibido, el presidente informó del cierre doloso de una válvula en una instalación de Pemex, advirtiéndoles que eso es SABOTAJE, un
grave delito, lanzándoles un mensaje que debería inquietarlos, “si quieren un accidente, NO se los voy a tolerar, se van a la cárcel, “ni lo piensen” pues no habrá impunidad por muy poderosos que se crean.
Se atenderá lo justo pero nada de chantajear señores para que a mí me den los contratos o las plazas, NADA de eso les dijo directamente, mandándolos directo al carajo (que es el puesto lejano y alto de vigilancia en un barco) Si líderes petroleros, ferrocarrileros, o mineros no lo entendieron perderán el tiempo azuzando a sus agremiados.
DE LOS AUDIOS
Respecto al tema de los audios de Alito, y el calificativo de corrupto que le dio a su gobierno, AMLO pareció parafrasear involuntariamente al innombrable.