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Juan Hernández
Que alguien le avise a la alcaldesa Sandra Cuevas, que los “piñeros”, estafadores y extorsionadores se pasean a toda hora sin que sus “policías” les pongan un freno a sus tropelías y,
además, dejan mal parado al turismo capitalino.
Ahora resulta que los boleros (ambulantes) y ya bien identificados en la zona centro, cobran en dólares a los turistas, algo así como entre 30 y 50 dólares (a los extranjeros) y lo peor de todo, tienen el cinismo de contarlo y a las víctimas que dicen que los van a denunciar, de manera burlona presumen sus influencias con la alcaldía.
Pero eso no es todo, están los “vendedores de música y películas” en USB. ¿Cuál es la constante de ambos grupos? Que además de operar en el centro de la CDMX, ambos amenazan a quien se atreve a reclamarles o, si los llegaran a detener, saben que en cuestión de horas saldrán libres.
Los lectores que hicieron la denuncia, afirman que en menos de 2 horas estos hombres ya han estafado (o incluso extorsionado) a poco más de 10 personas, que si se le deja “bajita la mano” de a 200 pesos por persona, habrían obtenido 2 mil pesos “en ese ratito”. ¿Y los operativos?
