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Nalgadas, frases obscenas, intentos de violación, extorsión y otros delitos es el viacrucis que viven día a día las muejeres repartidoras.
Por Luis Carlos Silva/Diario BASTA
Lanzan mujeres repartidoras de comida rápida por aplicación, un S.O.S a las autoridades locales y Congreso de la CDMX, para que se actúe y detengan estás agresiones que sufren día a día.
Nalgadas, frases obscenas, robos, intentos de violación es lo que viven día a día, por lo que la diputada Silvia Sánchez Barrios convocó a generar un punto de acuerdo para unificar protocolos de actuación contra estás prácticas.
Al respecto, la diputada Silvia Sánchez del PRI en la capital llamó a unir protocolos de denuncias orientadas a privilegiar los derechos humanos.
Ante las constantes agresiones verbales, así como tocamientos y nalgadas al momento de ir en su moto o bicicleta, aunado a las
frases obscenas que escuchan en su contra durante el recorrido que hacen para entregar sus pedidos, las repartidoras en la capital lanzaron un ya basta.
Lo anterior explicó enfocándose en prevenir el acoso y la violencia de género.
“Este viacrucis que sufren las mujeres, agregó la legisladora Sánchez Barrios, durante su trabajo también lo padecen los repartidores pues a ellos los extorsionan grupos delincuenciales, los golpean sino le entran con el cobro de piso”, detalló.
Desde el Congreso de la CDMX, Sánchez Barrios dejó en claro que los colectivos surgidos hace pocos años, de repartidores de aplicaciones estilo Didi, Uber, Rappi, Sin Delantal o similares sufren una serie de problemáticas que debilitan el ejercicio de los derechos humanos.
“No solo sufren la discriminación en establecimientos o la negación del acceso a ciertas áreas de restaurantes o centros comerciales esenciales para cumplir con sus pedidos, sino que es recurrente los temas de acoso y hostigamiento en especial a repartidoras por parte de compañeros del trabajo o clientes”, acusó.
Asimismo, agregó “la problemática no termina en estos casos, sino que se amplía al no existir protocolos ni formas de canalización adecuadas para acabar y castigar con esta problemática, además de elementos policiacos que desestiman las denuncias y situaciones de violencia hacia estas mujeres.