Visitas
El Consejo Ciudadano presenta reporte sobre trabajadoras del hogar donde se alerta de trata de personas y violencia en el trabajo doméstico.
Por Omar Montalvo/Diario BASTA
En la presentación sobre el informe de la violencia a trabajadoras del hogar, Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, precisó que es necesario visibilizar la violencia que sufre este sector laboral ya que al menos en la capital, sucede en todas las alcaldías, incurriendo incluso en prácticas como la trata de personas.
Las carencias de las trabajadoras domésticas son tal que “la modalidad de trata de personas en trabajadoras domésticas es apenas visible y yo diría que es la primera vez que estamos correlacionando esta información sobre explotación laboral en general, y en particular de la modalidad de exploración laboral en trata de personas” indicó Guerrero Chiprés.
De acuerdo con el reporte del Consejo Ciudadano, las trabajadoras domésticas pueden ser víctimas de trata de personas sin que lo sepan cuando no tienen control de sus documentos, precisión de los horarios laborales, salario fijo, control de ingresos, si es vigilada dentro y fuera del hogar, así como si no puede hablar de cuanto gana o está sujeta a interrogatorios con sus patrones.
La relación entre la trata de personas a través de empleo doméstico no es descabellado pues, el presidente del Consejo Ciudadano refirió que en 2021 hubo 621 carpetas de investigación por trata de personas, de las cuales dicha institución aportó el 7 por ciento de los casos.
Por otro lado Guerrero Chiprés mencionó que aún queda una arduo trabajo para mitigar la falta de acceso a derechos laborales pues de las 2 millones 200 mil trabajadoras del hogar sólo 49 mil están afiliadas al IMSS, “es decir de cada mil trabajadoras del hogar, 25 están afiliadas al IMSS a nivel nacional”.
El presidente del Consejo declaró “nosotros queremos visibilizar a partir del día de hoy la presencia de este fenómeno”, pues aunque existe no es tan conocido por el miedo a denunciar por parte de las víctimas. Además, persiste la presencia de “vestigios colonialistas” ya que el perfil de las mujeres contratadas es mayormente indígenas y afrodescendientes.