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Ana María Vázquez
Quizá a la única persona que pudieron haber engañado sea a Ofelia Medina, porque estoy segura que ninguno nadie, habrá dado credibilidad al video de “los artistas”. Llama mi atención la respuesta que dio Eugenio Derbéz: “no tengo necesidad de que alguien venga y me pague algunos pesos (…) yo no recibo sobres amarillos”. Y claro que necesidad es más que obvio que no la tiene, cuando posees un avión privado es lógico que tus necesidades básicas estén cubiertas.
Tristemente al gobierno de la 4T no lo quieren ésos que no viven en México, sino en Hollywood Hills, esos que PERDIERON la millonada de los fideicomisos como el FIDECINE, y les fueron retirados.
Eso no lo perdonarán jamás. Va una anécdota: por razones laborales fui a TELEVICINE, la filial cinematográfica de Televisa, se hablaba de filmar uno de mis libros y entusiasmada acudí a la cita.
Una majestuosa casona en Coyoacán llena de grandes oficinas y con un jardín enorme y perfectamente cuidado. Todo iba bien hasta que me dijeron que el guion “podía” hacerlo yo (sí, así como favor), pero no paró ahí, sino que tendría que ser supervisado ni más ni menos que por Eugenio Derbéz… ¿Es en serio?, pregunté, mi entrevistador dijo que no estaba jugando, que todo proyecto que salía de ahí era supervisado por Derbéz y que además figuraría como coproductor, ya que él era el encargado de conseguir los “apoyos” que el gobierno daba al cine. ¡Boom!
Luego del golpe de realidad, decidí que mi historia se quedara en el libro que aún está a la venta en Porrúa.
Esta anécdota, ilustra algo de lo mucho que perdieron: 109 fideicomisos, entre ellos el de FIDECINE, dejaron de financiar historias de humor barato y narcos. Al final, pienso que Derbéz, debería agradecerle a este gobierno el haberlo empujado a abrir nuevos horizontes.
De pronto les surgió el amor ecologista, pero como diría mi madre: “El amor y el interés, fueron al campo un día, pudo más el interés, que el amor que le tenía”.