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Son lugares de confianza en donde a los infantes les dan de comer, les ayudan con las tareas y apoyan, dicen.
Ana Cecilia García
CIUDAD DE MÉXICO. – Ante el anuncio de que las escuelas de tiempo completo permanecerán operando en la Ciudad de México, padres de familia celebran esta determinación, por ejemplo María López, madre de una niña que cursa el 5º de primaria en la escuela “24 de febrero” de la alcaldía Iztapalapa.
“Como padres de familia que trabajamos, optamos por estas escuelas por el horario, muchos trabajamos jornadas largas, qué hacemos si salen a las 12:00 o 1:00 pm cuando nosotros llegamos hasta las 7:00 y 8:00 pm”, detalló.
Es que estas escuelas, comentó que además de que son lugares de confianza en donde a los infantes les dan de comer, les ayudan con las tareas y apoyan a los padres de familia para que puedan trabajar en horarios que no son compatibles con los horarios convencionales o no cuentan con el apoyo de algún familiar o amigo que pueda hacerse cargo en lo que vuelven de laborar.
Las escuelas particulares, aún en Iztapalapa cobran colegiaturas de entre cinco y siete mil pesos, precios que la mayoría de la gente que habita la demarcación no puede pagar, ya que la planta trabajadora de esta demarcación cuenta con un personal de 12,178, el 6 por ciento está contratado por honorarios y el 94 por ciento de base. Y de los 1, 835, 486 personas que la habitan el 22.9 por ciento se identifica como indígena.
En la capital del país operan 500 escuelas de tiempo completo y casi mil escuelas de jornada ampliada.