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Samuel Cantón Zetina
Andrés Manuel López Obrador ha sumado ya abiertamente a otro poderoso enemigo.
Más bien, enemiga.
Quien sabe hasta dónde llega la fortaleza actual de la dama, pero en el pasado supo hacer mucho daño político, entre ellos al exgobernador de Tabasco, Roberto Madrazo.
Elba Esther Gordillo no esperó ni a su luna de miel para anunciar su regreso a la política, y abrir fuego contra el presidente de México. “Genio y figura hasta la sepultura”, expresó de sí misma.
Criticó, entre otras cosas, que la educación “está abandonada”, que el sistema de salud está “desarticulado”, y que no hay Estado de Derecho.
“La Ley se aplica según la intención política, no sobre hechos reales…”, acusó.
La ex lideresa del SNTE -lo regenteó un cuarto de siglo- sería apenas un contrincante de peso más para López Obrador, si no fuera por la descomunal capacidad que al menos en el pasado tuvo para golpear y destruir, actuando -como serpiente- por todo lo bajo.
A Madrazo lo hizo caer como candidato presidencial al amafiarse con los gobernadores priistas y lograr que respaldaran a Felipe Calderón, siendo artífice del Todos Unidos Contra Madrazo (TUCOM).
Elba Esther acusó al Maratonista de incumplir su palabra de dejarla al frente del PRI. Desde la dirigencia, Roberto se apoderó de la nominación.
Hace unos días, la novia de 77 años se declaró igualmente decepcionada de la 4T: “Creí en sus propuestas, pero no supieron cómo hacerlo…” Y desmintió lo dicho por AMLO en
las Mañaneras, de que ella estuvo detrás del partido Redes Sociales Progresistas (RSP) que en 2021 perdió su registro al no alcanzar el 3% de los votos.