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Javier Cerón Espinosa
Una vez que se cerró el proceso de registro de aspirantes y se entregaron las constancias de candidatos, solo se espera que las campañas no tengan obstáculos, porque en las secciones sindicales los “caciques”, afinan la maquinaria para controlar las votaciones, aunque sea por medios electrónicos.
Ya están en la lista los que cumplieron con lo que marca la convocatoria, y otros que quedaron fuera ya están buscando hacer un frente de oposición que haga frente al candidato oficial, señalado como Ricardo Aldana Prieto.
Convertido en el “caballo negro” del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, la oposición busca hacer frente a qué no se carguen los dados en su favor y que sea “terreno parejo”, porque de lo contrario sería la “mafia”.
Las dudas ya están sembradas, y todo depende del manejo de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, y del Centro Federal de Conciliación, para que haya control, porque si gana Aldana, queda la sospecha de que hubo “mano que mece la cuna”.
El binomio Aldana-Deschamps, es el más nocivo para los petroleros, porque seguiría el autoritarismo y la corrupción en el sindicato petrolero y Pemex, y si hay apoyo oficial solo
será pantomima para democratizar al sindicato petrolero.
Aún hay desinformación, sobre todo porque en los centros de trabajo hay manipulación en los centros de registro y muchos trabajadores desconocen a dónde acudir. En distintas ocasiones se ha señalado que la mala información ha liderado para poder evadir la mayor cantidad de simpatizantes que buscan un cambio en el sindicato.
Las elecciones se tornarán candentes y no se descartan hechos violentos si va la imposición, y el cambio que se busca quedará en buenos propósitos, esperan los contendientes que haya democracia o seguirá el retroceso.
Hasta la próxima.
