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Javier Cerón Espinosa
Ya con avances en el proceso electoral del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la R.M., uno de los más importantes para el gobierno obradorista, se está convirtiendo en “más de lo mismo”, porque han quedado con el mismo poder distintos personajes que durante años han afectado los derechos laborales y parte del crecimiento del mismo los “caciques” que impuso Carlos Romero Deschamps, sempiterno dirigente y que opera de manera subterránea, para manejar a sus “títeres”, sin problema alguno.
Es decir, el dirigente petrolero “se fue y no se fue”, renunció y en apariencia se alejó del manejo, pero sus huestes siguen sus instrucciones, a tal grado que el candidato que ganó en la sección de Oaxaca, eufórico les comento a sus agremiados que “…recibí una llamada de nuestro amigo Romero Deschamps”, lo que ha derivado en que dejen pendiente su Toma de Nota.
El “fantasma” del ex dirigente recorre to- dos los centros petroleros y no hay pode que lo frene, luego de que el actual gobierno de la Cuarta Transformación (4T), no siquiera lo investigará de cuantiosa fortuna.
Contrasta con la aparente persecución contra Emilio Lozoya, ex director de Pemex, en tanto que Romero Deschamps, pese a es- tar involucrado en el Pemex-Gate, en un gobierno neoliberal como lo pregona el gobierno de la Cuarta Transformación (4T), lo dejó intacto y se tornó intocable, pese a todo el exhibicionismo de sus hijos paseando por el mundo y luciendo carros deportivos.
Los indicios del actual proceso electoral apuntan a qué el poder sindical seguirá en manos de “caciques” y que no la Reforma Laboral ha dinamitado el manejo corporativo de los trabajadores y va rumbo a ser un fiasco, pues hasta el momento todo sigue igual, conocedores del los movimientos turbios seguirán estando al mando en las distintas sec- ciones sindicales que existen en gran parte del país.
Hasta la próxima.