Visitas
RUSIA.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, habló durante su conferencia de prensa anual de las personas transgénero y consideró que tiene un “enfoque tradicional y que es una “forma de oscurantismo” que las personas cambien de género por otro con el que se autoperciben.
“Tengo un enfoque tradicional: una mujer es una mujer, un hombre es un hombre. Espero que nuestra sociedad tenga internamente protegida su moral, que emana de nuestras confesiones religiosas tradicionales (…) contra esta forma de oscurantismo”, opinó Putin, reafirmando su posición conservadora.
“No hay que luchar contra esto por decreto, vociferando o lanzando acusaciones, sino apoyando a nuestros valores tradicionales”, sostuvo el líder del Kremlin.
Durante su tradicional conferencia de prensa de fin de año, que se extendió durante cerca de cuatro horas, el presidente ruso abordó todo tipo de temas: desde el riesgo de un conflicto armado en Europa, hasta su relación con Papá Noel.
Rusia aprobó en 2013 una ley en contra de la “propaganda” homosexual, cuyo objetivo oficial, según proclaman, es proteger a los menores, pero prohibe las expresiones públicas y también en los medios de comunicación, y con frecuencia es usada contra activistas y grupos LGTB, que luchan contra esa discriminación por su género o elección sexual.
En este país, las marchas del orgullo gay están prohibidas por ley. En 2020, se hizo una enmienda a la Constitución, según la cual se especifica que el matrimonio es la unión entre “un hombre y una mujer”.
Los activistas por la igualdad de derechos reclaman que la ley permite a las autoridades imponer una política homofóbica y discriminatoria hacia las minorías sexuales en general, en nombre de la defensa de los “valores tradicionales”, que busca defender Vladimir Putin.
Ante la consulta de un periodista sobre su visión de la llamada “cultura de la cancelación” y las acusaciones de “transfobia” contra la creadora de Harry Potter, la escritora británica J. K. Rowling, respondió que si un hombre podía declararse mujer y competir en deportes, “el deporte femenino desaparecerá por completo”.
La escritora inglesa, de 54 años, generó un escándalo meses atrás al apoyar a Maya Forstater, una investigadora fiscal que fue despedida en marzo por cuestionar los planes del Gobierno del Reino Unido que permiten que los ciudadanos tengan total libertad sobre su identidad de género.