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Diego Cedillo
Al leer el twitter de la diputada chihuahuense, Andrea Chávez, a este tecleador se le vino a la mente que no estaría mal que los libros de historia tuvieran una sección de anti-efemérides para recordarnos lo que como mexicanos no deberíamos hacer; en esta caso la principal para hoy, sería rememorar que en 2012, en el sexenio de Peña Nieto, se aprobaba la mal-llamada reforma educativa, la cual únicamente vulneraba los derechos de las y los maestros.
En razón de lo anterior, ustedes creen estimadas y estimados lectores, que él extitular de educación, Emilio Chuayffet, pueda dormir tranquilo sabiendo que maltrato a la base magisterial que forma al futuro de México.
Pues valdría la pena destacar que al aprobarse dicha reforma, el -entonces- titular del SNTE, Juan Díaz de la Torre, traicionó sus ideales magisteriales para doblegarse ante el poder político, y hoy dicho “maestro” yace en algún destino paradisiaco disfrutando su cuantiosa jubilación.
A lo anterior, habrá que incluir que el actual “dirigentito”, Alfonsito Cepeda, se mantiene en su posición como titular del SNTE, gracias a una votación amañada realizada en Puerto Vallarta, donde aseguran los confidentes de este tunde-máquinas que a cambio de votos, se ofrecieron aquellos aparatos de la manzanita, diseñados por Steve Jobs.
A 11 años de distancia, muchos docentes aspiran a que Cepeda Salas, siga su guajiro sueño de ser Gobernador en Coahuila para separarse del cargo, que aseguran nunca le correspondió y se realicen elecciones democráticas.
¿Será que ante la grilla que ha generado el movimiento 32 por la reivindicación del magisterio, del jarocho Rafael Ochoa, se pueda llamar a elecciones internas realmente democráticas?
Estimada Luisa María Alcalde, como quien dice, la pelota esta en tu cancha.
POST-IT
Tendrá conocimiento el Senador Ricardito Monreal, del castigo que la diosa griega Némesis, le impuso a Narciso por su egolatría y engreimiento.
Lo anterior por aquello que el Senado gastó 2,8 millones de pesos en libros de un autor baladí apellidado Monreal Ávila.