28 lecturas
Diego Cedillo
Para conocimiento de todas y todos mis queridos lectores, hoy en México se celebra el día del payaso, motivo por el cual seguramente más de algún miembro de la clase política decidirá descansar, ¿habrá sido esta la causa que hizó al gober de Jalisco, Enrique Alfaro decidir tomarse vacaciones justo en estas fechas?
¡Ah! y por cierto retomando el tema de los políticos naranjas, y no precisamente Donald Trump, que pensará el gobernatore de Nuevo León, Samuelito García, de haber visto al alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Jr. en las encuestas para la presidencia del 24.
Pues ante él egocentrismo que denota el supuesto “Doctor en Derecho”, García Sepulveda, seguramente habrá sido un golpe a su soberbia, apreciar que un subalterno, haya rebasado su imagen a nivel nacional.
Valdría la pena aclarar que la estirpe del esposo de la influencer Mariana Rodriguez, mantiene nexos con el crimen organizado, y en el caso del alcalde es más que evidente el linaje político que dejo su padre Colosio Murrieta.
Citando a don Samuel Cantón en su columna publicada en este diario todos los lunes, vaya que “el nombre tiene mucho, mucho peso”.
POST-IT
A manera de conmemorar a todas y todos los payasos famosos, no habrá que olvidar a aquella Princesa Payasa del Crimen, de la película “The Suicide Squad”, protagonizada por la australiana Margot Robbie, la cual bien podría ser comparada con la diputada Mariana Gómez del Campo, y no precisamente por su parecido con la actriz, si no por la actitud de pedantería que mantiene con la ciudadanía.
Lo anterior, debido a que mientras la diputada Andrea Chávez, oriunda de Ciudad Juárez, se encontraba en una charla con la tapatía Juncal Solano; la política panista del Campo Gurza -sobrina de Felipillo Calderón- optó por realizar una señal obscena con su mano derecha en plena grabación ¡en vivo!
Como diría mi mamá hasta en el agua ¡hay niveles!, o acaso habrá sido que Marianita antes de caminar por el patio central de San Lázaro, se encontrase a su coordinador Jorgito Romero, y haya sido este el culpable de haberla hecho enojar.