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Fabian Pasos
Después de la aparición del libro de Anabel Hernández “Emma y las otras señoras del narco” todo México comenzó a preguntarse de los nexos que existen entre diversos actores y actrices del medio del espectáculo y los capos más importantes del narcotráfico en este país.
El cinismo de muchas personalidades o bien llamadas figuras públicas es sumamente evidente dónde podemos percatarnos que existe cierto tipo de empatía con estos saris de la droga quienes en más de una ocasión han patrocinado las carreras de algunos actores y cantantes, al grado de aceptar su cercanía como si se tratase de algo maravilloso.
Hay que recordar que aceptar una amistad de este tipo vincula y responsabiliza a estos entes mediáticos, con las miles de desapariciones, lo cientos de ejecutados, las violaciones en contra de miles de mujeres que pagaron con su vida los caprichos de estos individuos. Tener una amistad que te vincula con el narcotráfico es penoso más nunca un éxito.
El cinismo de diversos deportistas como Julio César Chávez ha declarado en más de una ocasión que su amistad estrecha con estos individuos e incluso el actor Andrés García padre también es uno de ellos que se jacta de ser íntimo quién ha recibido en más de una ocasión a los capos más importantes de la droga en su casa de pie de la Cuesta en Acapulco.
La nueva publicación de Anabel Hernández más que verla como un libro de espectáculos nos hace pensar de manera consciente los nexos más oscuros que existen detrás de la droga en México. Cientos de personas pueden incluso leer entre líneas que esto evidencia la porquería que existe dentro de las televisoras pero sobre todo detrás de las carreras de diversas “vedettes” que se dedican a ofrecer sus caricias por unos cuantos millones de pesos.
De dónde sale tanto dinero en efectivo para saldar cuentas de departamentos que llegan a cifras de más de miles de millones de pesos redundando en los millones de dólares pagados en efectivo para comprar propiedades en una sola exhibición y con pagos en efectivo cuando las carreras de diversos actores y actrices, así como cantantes no les permitiría siquiera pagar la mitad de esos inmuebles.