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Salvador Guerrero Chiprés
Desde una mañanera organizada por primera vez en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, sede del Gobierno de la capital nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador sintetizó la identificación del avance y el desafío: “la ciudad no es el paraíso; sí es muy bella, pero sigue habiendo violencia”.
Se dijo muy satisfecho de los resultados en la CDMX, donde se ha reducido la incidencia delictiva en 41 por ciento del 2029 a la fecha. Resultados relevantes en lo terrenal.
Hay contraste con otras entidades carentes de estrategia integral. En muchas de ellas ni la pandemia disminuyó el homicidio doloso o el secuestro, el cual, en nuestra ciudad ha disminuido en 82 por ciento con respecto a 2018.
La ciudadanía tiene derecho a garantías en la preservación de su vida y patrimonio. Ese objetivo requiere estrategia y liderazgo. AMLO los reconoció.
El impulso de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a la estrategia de seguridad “que está dando resultados” fue comentado por el Presidente.
A esos elementos, el mandatario agregó la perseverancia, una cualidad muy cercana a la de su propia personalidad. “Todos los días ella está en la mañana (…) con todo un equipo de trabajo”. Y lanzó la enumeración: hay profesionalismo, trabajo coordinado, acción territorial, que la policía está donde hay necesidad, y cero impunidad y corrupción.
Esa última afirmación resonó doblemente. Se ha detenido a 102 peligrosos generadores de violencia y remitido hace tres días a un ex funcionario y amigo de la infancia de Miguel Ángel Mancera. “No es un paraíso”, dijo AMLO. Con todo, indicó, hay motivo de satisfacción. La satisfacción de unos puede ser el temor de otros.