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Juan R. Hernández
Si bien es cierto que la crisis sanitaria por el Covid-19 afectó a miles de capitalinos que al perder su fuente de ingresos optaron por el comercio informal, hoy este grupo es visto con ojos de avaricia por parte de varios actores políticos en la CDMX.
Muchos de ellos, cansados de ser objeto de amenazas, extorsiones y chantajes por parte de funcionarios de las alcaldías, han optado por acudir a sus legisladores para ponerles un freno a las agresiones.
Uno de los señalados ha sido el alcalde de la GAM, Francisco Chíguil, luego de que comerciantes informales acudieran con la diputada del PAN, Luisa Gutiérrez, a quien le han expuesto que personal de la GAM los han amenazado con retirarles los programas sociales y despojarlos de sus lugares de trabajo si no apoyan políticamente al alcalde, Francisco Chíguil.
Incluso, trascendió en medios de comunicación que el alcalde Chíguil ya trece denuncias en su contra por diversas causas. Habría que ver si el INE o alguna autoridad competente realice la investigación respecto a estos señalamientos, sobretodo que ahora, los delitos electorales se castigan con cárcel o en su caso, se aclare el desarrollo de cada denuncia interpuesta.
