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Juan R. Hernández
En el Eje Central Lázaro Cárdenas, se sitúan los vendedores de programas de cómputo (obviamente apócrifos o clonados) a los incautos que van a comprar sus equipos de cómputo a la Plaza de la Tecnología.
Sin embargo, nos comentan legisladores del congreso capitalino que, en la administración de la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, algunos grupos son intocables y para muestra están aquellos que se dedican a estafar a incautos que compran sus memorias USB en 300 pesos, las cuales están cargadas supuestamente con más de mil películas o canciones.
Lo curioso del asunto es que el “cliente” o incauto que se atreve a pedirles que les “verifiquen la mercancía”, el trato amable del ambulante se torna hostil y grosero, a grado tal que, con un simple chiflido, el cliente es rodeado por varios sujetos y se vuelve víctima de una “entrega voluntaria” de esos 300 pesos.
Simplemente, se meten a la plaza y después de un rato, regresan a seguir operando en la total impunidad.
Y mientras eso pasa, en la prolongación de Isabel la Católica siguen las obras, lo que ocasiona un verdadero caos vehicular.