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Alejandro Armenta Mier
En apego a la encomienda hecha por el presidente Andrés Manuel López Obrador de no aumentar los impuestos y combatir la evasión fiscal; dentro del Paquete Fiscal aprobado para el siguiente año, se incluyó el Régimen Simplificado de Confianza, el cual, como su nombre lo dice, busca facilitar las obligaciones fiscales de las personas físicas y morales; mediante mecanismos tales como: Facilidades administrativas, tasas del ISR al mínimo (Del 1% al 2.5%), sorteos y remates, la no presentación de declaraciones informativas ni la obligación de realizar contabilidad electrónica, entre otros beneficios.
Se podrán incluir las personas físicas con ingresos por debajo de los 3.5 millones de pesos anuales o con ingresos menores a 35 millones de pesos en personas morales, siempre que sus socios sean personas físicas. El funcionamiento será el siguiente: El SAT les brindará su declaración prellenada, basándose en cálculos automáticos derivados de los comprobantes fiscales digitales (CFDI) emitidos en el periodo de un mes; que ya se encuentran precargados en el sistema y basándose para calcular la tasa correspondiente del ISR, respecto de los ingresos efectivamente cobrados, es decir el flujo de efectivo.
Difiere de su antecesor, el Régimen de Incorporación Fiscal, respecto a que no solo se contemplan nuevos sectores de contribuyentes; sumándose aquellos que se dedican a la prestación de servicios o al uso o goce temporal de bienes, sino que facilita la presentación de la contabilidad. Con esta medida, se busca aumentar la cultura contributiva, permitiendo al contribuyente cumplir con sus obligaciones fiscales de forma ágil y sencilla. Sin duda alguna, será una pieza fundamental para el desarrollo del país, consolidando la confianza tributaria.