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Juan R. Hernández
En el Congreso de la CDMX, el presidente de la Junta de Coordinación Política, el priísta Ernesto Alarcón, afirmó que las comparecencias de los titulares de Gobierno, Salud, y Seguridad Ciudadana ante el Pleno, resultaron un buen ejercicio en el que imperó el respeto y la información que proporcionaron los funcionarios les será útil a los legisladores.
Pero quien de plano ni respetó y sí mucha burla desató, fue (oootra vez) la alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, que además de “aventarse un tiro”
con los diputados locales, en la “petición de más presupuesto”, comentaron algunos legisladores, le volvió a salir que “no le gustan los pobres”.
Lo más curioso, es que la alcaldesa presume que en Cuauhtémoc no ha destinado ni un peso para eventos culturales, sin embargo, Cuevas omitió mencionar -nos comentan-, que esos eventos fueron los que dejó programados el extitular de Cultura, Enrique Gou.
Hace caravana con sombrero ajeno y una vez que se acabe su “colchoncito”, muy probablemente se notará la ausencia de Gou y la de 5 directores de área que le renunciaron esta semana.
