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Las leyendas de la lucha libre dan cátedra de lucha clásica en el Toreo en una noche nostálgica
Salvador Trejo
El ring de la Arena Neza se vistió de gala para recibir a las leyendas de la lucha libre mexicana y a muchos de sus descendientes, lo que permitió ver las dos caras del deporte de los costalazos.
Por un lado Canek, Solar, Villano IV, Negro Navarro, Fuerza Guerrera, Máscara Año 2000, Solar, Black Terry, Romano García y Huracán Ramírez Jr., derrocharon talento arriba del cuadrilátero y dieron una muestra de la lucha clásica, del llaveo y contra llaveo que, de verdad nos transportó a la época dorada de las funciones del Toreo de Cuatro Caminos.
El grito de “esto es lucha, esto es lucha…” se dejó sentir de manera espontánea entre los aficionados que agradecieron la forma en que se entregaron sus ídolos de antaño pese a su veteranía.
Al final, el resultado fue lo de menos, pues al final las leyendas lograron su objetivo de transportarnos a la auténtica esencia de la lucha libre.
“Nosotros no estamos cerrados a los cambios de la lucha, pero queremos retomar la lucha clásica porque mucha gente está ávida de ver llaves y contrallaves, de la lucha a ras de lona y las nuevas generaciones pueden aprender muchas aún muchas cosas de los grandes maestros”, mencionó Canek.
Nuevas generaciones
Por otro lado, los nuevos Misioneros de la Muerte (Texano Jr., Hijo del Signo, Misionero y Súper Nova) dieron una muestra de querer igualar a sus progenitores al echar mano de todas sus rudezas para apalear a Hijo de Fishman, Rokambole Jr., Hijo del Villano IV e Hijo del Bandido.
“Ya se dieron cuenta que los nuevos Misioneros no nos andamos con payasadas y a partir de este momento nos convertiremos en la pesadilla de rudos y técnicos en el circuito independiente, pero sí de las otras empresas le quieren entrar aquí los vamos a estar esperando”, advirtió Texano Jr.
Dato
Durante la función Retroreo se rindió un sentido homenaje a Gulliver, el luchador mini que durante mucho tiempo figuró en las carteleras del circuito independiente.