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Fabian Pasos
Sin darme cuenta, llegó a México la legalización de la marihuana en un país donde existen diversas carencias sociales que evidencian la inmadurez de una sociedad irresponsable que pretende sentirse de primer mundo por cargar unos cuantos gramos de “weed” llenos de falsas promesas. El negocio de la marihuana dejó de serlo desde hace mucho el interés de los cárteles dejó de centrarse en quemarle los pies al diablo para producir otro tipo de estupefacientes de mayor necesidad como el fentalino o el ya conocido “china white”.
La legalización de la marihuana tiene un por qué en nuestro país, diversos productores dejaron de ver rentable el negocio y se está viviendo una crisis que difícilmente mejorará en los siguientes años.
México aún no está preparado para legalizar ningún tipo de droga, la poca información sobre las consecuencias personales o sociales aún son inciertas y se desconoce el impacto que puede propiciar esta decisión a largo plazo.
Me queda claro que es un golpe certero para los narcomenudistas que cambiará el modelo de negocio casi de manera inmediata donde propiciará que consumidores se transformen en productores, donde las posibilidades son infinitas para crear el mejor producto que en algún momento revolucione el mercado.
¿Estamos listos para dar este paso? Mi atención está centrada de manera directa en los intereses económicos qué hay detrás de todo este “show” y no es tan importante prestar atención en la “legalización” como tal, debemos de pensar las razones que obligaron a nuestros representantes dar ese salto al abismo cuando apenas aprendieron a saltar la cuerda.
Que el diablo nos agarre confesados y que el 4:20 no sea un viaje que nos haga vivir fantasías dignas de una película de acción.