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Jonathan Alvizúa
Ricardo Anaya se ha convertido en meme, su trayectorIa pasó de ser joven líder del PAN, doctor por la UNAM, técnico, con tres idiomas a convertirse en prófugo acusado por la Fiscalía General de la República de recibir sobornos por parte de Emilio Lozoya para coadyuvar votos y aprobar la reforma energética en tiempos de EPN.
Esto tiene a Ricky Rickín contra las cuerdas, quien andaba por ahí, gastando su tiempo en ser el youtuber que muestra el día a día de los mexicanos. La denuncia parece estarle tumbando sus aspiraciones políticas, autoexiliado en Atlanta, (no tan lejos) al menos Marcelo se fue a París o Napito hasta Canadá, el ex líder panista decidió que lo mejor sería huir del país antes que enfrentar la justicia, que según él, está al servicio de lo que el presidente ordene.
Mientras sean peras o manzanas es imperativo mencionar que la carrera del político andaba sin rumbo, desde que se apoderó del PAN en 2018, el joven queretano se enemistó con la facción política de derecha que conforma dicho partido, quiso sentarse en la grande sin experiencia previa en algún puesto del ejecutivo como alcalde, gobernador o incluso a participar en algún gabinete y desde que reveló sus aspiraciones no se le ha visto aliarse con nadie.
¿Cómo alcanzar una estrella?
Primero que nada, Anaya debe despedir a sus asesores de comunicación, pues su grupo de expertos no le han podido crear un personaje real que empatice con los mexicanos, no se ustedes pero su servidor no se siente identificado en ningún momento por el panista que sale desde Ixtapaluca, acompañado a una mujer trabajadora, usa el metro y sufre en carne propia lo que es tener que ir apretado en el transporte público.
Siéntese a preguntarse quién soy yo y qué represento para definirse como marca y comenzar por ahí, no puede tener media vida hecha en Atlanta y al otro día subir un video donde admira el campo mexicano y come tacos de carnitas.
Genere experiencia, mire a su compañera Xochitl Galvez, panista, empresaria, alcaldesa de Miguel Hidalgo, senadora y ahora va por la jefatura de gobierno (no dudo que la gane) o mire los años de trayectorla que lleva Romero Hicks, que incluso ya destapó sus intenciones presidenciales, pero en verdad cree usted qué por haber aprendido francés e inglés, ya tiene asegurado el 2024.
Si es inocente defiéndase, en México no se requiere más que dinero y buenos abogados para salir de cualquier bronca legal, ya ve cómo acabó el caso de Elba Esther o la pobre sentencia contra Javier Duarte, lo mejor de todo si usted es detenido y luego liberado sería considerado un luchador social se convertiría en presidente. Piénselo le serviría más que ser videoblogger en youtube.