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DIEGO ELÍAS CEDILLO
Siendo una noche de lunes muy obscura, bajo un cielo estrellado, al pasar por la línea del medallón de Arago, Vincenzo Peruggia, ejecutaba un plan que lo llevaría a la fama, con el robo del famoso cuadro de la Mona Lisa, de Leonardo da Vinci.
Parecido quizás al robo que se hizo en México, cuando un día igual que hoy Ernesto Zedillo “ganaba” las elecciones, en un clima de suma inestabilidad en el país, ante el fallecimiento de Luis Donaldo Colosio.
No cabe duda que la historia se repite, pues hace escasos días en el marco de la intervención estadounidense, allá por él -hoy fifí- barrio de San Ángel en la CDMX, se llevaba a cabo la batalla de Padierna, en la cual debido a errores y traiciones de nuestros compatriotas sucumbimos. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, ante lo ocurrido con Dolores Padierna y el alcalde Néstor Núñez, quien, por sus traiciones e intrigas con el Senador Ricardito Monreal, se perdió la “capital” de la CDMX.
Lo curioso radica, en que aseguran los confidentes de este tunde-máquinas que el vástago del pillín exgober Arturo Núñez, ya tenía su lugar asegurado al retirarse de la Alcaldía Cuauhtémoc, ya que para no dejarlo desamparado tendría un puesto en la Secretaría de Hacienda, hoy a cargo de Rogelio Ramírez de la O, sin embargo, ante su indisciplina, mejor curarse en salud y eliminar esa clase de correligionarios de la 4T.
Pues como diría un expresidente con grandes orejas y brillosa cabellera (cof, cof, Carlos Salinas) cuando el partido escoge, “cartucheras al cañón y todos disciplinados”. ¿Qué paso ahí Monrealito y Néstor?
De Ricardo pues no es para sorprenderse, pero de ti, mi estimado Abogado Núñez López, acaso no te enseño tu papito las formas en la política mexicana, o estaba muy ocupado aspirando a ser gobernador de Tabasco para robarles a las y los tabasqueños.
POST-IT
Es sábado queridas y queridos lectores, como saben este tecleador brindará por ustedes, en esta ocasión con un pozol bien frío con motivo de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tabasco, mi tierra, mi agua.