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El manual de atención llegó tarde a las penitenciarías y no se capacitó a médicos para su atención, dice a BASTA!, Saskia Niño de Rivera, de la asociación Reinserta un Mexicano A.C.
Jannyn Ruiz
De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante 2020 se reportaron 199 fallecimientos por covid en los centros penitenciarios del país, de los cuales 96.5 por ciento eran hombres y 3.5 por ciento, mujeres. Mientras que la organización civil Asilegal, reporta 357 fallecimientos hasta el 19 de mayo de 2021.
Pese a que la Secretaría de Salud y el INSABI publicaron en abril de 2020 el Protocolo de Actuación para la atención de covid-19 al interior de los Centros Federales de Reinserción Social (CEFERESOS), las condiciones y atenciones dentro de los centros penitenciarios no han sido suficientes.
Saskia Niño de Rivera, fundadora de la asociación Reinserta un Mexicano A.C., dijo en entrevista con BASTA!, que el manual de atención llegó tarde a las penitenciarías y que, además, no fue pensado para el estado de deterioro y olvido en el que se encontraban las cárceles del país.
“Llegaron tarde y el plan de acción tenía un problema muy especial, los años de olvido de un penitenciario en materia de salud, tienes mucha gente en la cárcel que desafortunadamente ya traen enfermedades crónicas o crónicas degenerativas, también por no ser bien atendidos durante muchos años, y eso genera un problema a la hora de tener que atender ese tipo de personas que desafortunadamente terminaron muriendo”, platicó Saskia.
Ante esta situación, las cárceles tuvieron que implementar sus propios protocolos aun sin que sus médicos contaran con la capacitación y material necesario.
“Algunas cárceles habían aislado a personas entre ciertos dormitorios, había sistemas que habían puesto ciertas carpas dentro de sus centros penitenciarios para atender COVID, pero lo que fue más fuerte es que en su gran mayoría ninguna había recibido algún tipo de apoyo o bien capacitación para atender pacientes Covid dentro del penitenciario. La Secretaría de Salud debió de haber, por lo menos, capacitado a los médicos dentro de los sistemas de las cárceles, para que por lo menos pudieran dar respuesta inmediata en estos casos de COVID”, dijo Niño de Rivera.
Además de este rezago en atención médica, los centros penitenciarios tampoco contaron con los medicamentos necesarios para tratar a los pacientes covid.
“No tuvieron atención en cuestión de medicamentos, ni en zonas de protección, ni con aparatos de oxígeno, tuvieron que rascarse con sus propias uñas”, explicó Saskia.