Visitas
Juan R. Hernández
En 1985 después del terremoto que devastó a la Ciudad de México, el entonces Presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, decidió trasladar al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al estado de Aguascalientes, gobernada por el priísta Rodolfo Landeros (1980-1986), decisión que le costó al erario público cerca de 13,186 millones de viejos pesos y se tomó 4 años para llevar a cabo esta mudanza.
En esos años, refiere el documento “La descentralización de la vida nacional: la experiencia del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 1985-1988”, se invirtieron al menos 13,186 millones de viejos pesos.
En el documento se refiere que entre los años de 1986 y 1987, al estado de Aguascalientes llegaron alrededor de 2,500 familias, cuyo promedio oscilaba de cuatro a seis integrantes en promedio.
Para elegirlos, el INEGI aplicó 4,537 encuestas entre sus empleados, de los cuales 1,639 aceptaron mudarse; otros 1,431 no estaban seguros y el resto se negó.
En la fase inicial, llegaron 200 trabajadores de la Dirección General de Geografía; después fueron 2,000 empleados y, en la última etapa, otros 1,000 y fue en el Fraccionamiento de Ojocaliente en donde se construyeron las primeras viviendas para los empleados que aceptaron trasladarse a las nuevas instalaciones.
Ante la mala planeación y que todo fracaso, en este momento la práctica el INEGI opera y toma las decisiones importantes desde la Ciudad de México.
Dato
Pese a los análisis y recomendaciones realizadas, la falta de sensibilización y de una campaña de información para “poner al tanto a la sociedad aguascalentense del quehacer institucional” y de los beneficios de esta descentralización, generó rechazo y discriminación de los ciudadanos locales y dificultó la inserción de los recién llegados.
