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Demian Duarte
Cananea es origen y destino, se trata de un pueblo minero, enclavado en la sierra de Sonora y poseedor de una de las mayores riquezas naturales del mundo.
Es paradójico que Cananea sea un pueblo olvidado, alejado del desarrollo y cuya población no ha tenido más remedio de emigrar para sobrevivir.
Cananea es la cuna de la Revolución Mexicana, la llamada “tercera transformación” y es lamentable que a pesar de su papel histórico, las cosas para el municipio, entraña del ser sonorense, no haya cambiado mucho en 115 años.
El origen de la famosa Huelga de Canana es muy parecido a la realidad que hoy enfrenta, es verdad que hay avances sociales y políticos, sin embargo las injusticias persisten.
Hace 2 semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador estuvo aquí para cambiar la realidad, para ofrecer justicia, planteó acuerdos para los jubilados sin pensión ni servicios médicos, para los despedidos sin una razón, para los que
han sido vetados por la empresa, para la comunidad que pese a estar asentada sobre una fuente de riqueza inacabable, no tiene acceso a las oportunidades.
El jefe de la “cuarta transformación”, quiere traerle justicia a Canana, y por eso ofreció un plan integral para impulsar su desarrollo y resolver la añeja problemática del mineral más grande del mundo.
Del éxito de ese plan dependen muchas cosas, y es la esencia de su plan para el país, si lo logra en Cananea, lo logrará en todo México, pero si no lo consigue y la herida sigue abierta prevalecerán la pobreza y la injusticia