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Fabian Pasos
La explosión mediática que propició la “supuesta” denuncia de Emilio Lozoya en contra de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray dio mucho de qué hablar una vez que salieron a la luz diversos nombres de personalidades que muchos esperaban y uno de ellos fue Ricardo Anaya.
Es interesante que a casi mediados de este 2021 sigue buscando los reflectores para seguir vigente cuando todos sabemos que su reputación está por los suelos, amigos cercanos de Anaya aseguran que incluso es capaz de vender a su propia madre por tener el poder absoluto.
No sé si fue más ridículo escuchar su discurso lleno de pretextos para escapar de esta penosa situación u observarlo con cubrebocas en su video que grabó desde casa.
Ricardo Anaya es un político lleno de
ira y hambre de poder quien asegura conocer al pueblo y no conoce siquiera la colonia que lo vio nacer pues desde hace muchos años radica en Estados Unidos.
Lo interesante de todo este embrollo mediático sin lugar a dudas es observar la manera tan peculiar en la que arroja diversos pretextos que lo escuden de ser una rata más del sistema que actúa por unos cuantos pesos para servir al mejor postor.
No sé de donde nazca tanto cinismo de este político de medio pelo qué intento llegar a la presidencia a base de escándalos mediáticos donde esta por demás saber su pariente cercano es el mismísimo Carlos Salinas de Gortari y no dudo que haya aprendido del mejor.
Las excusas en su video son de lo más evidentes donde por más que quiera tapar el sol con un dedo fue uno de los principales individuos en apoyar la Reforma Energética y si hay muchos que aseguran lo sobornaron; solo falta que se lo comprueben.
Ricardo Anaya no tiene un pelo de tonto y sabe manejar dineros a manera de soborno de manera correcta pues en la llamada telefónica que revelaron hace unas horas con Miguel Ángel Yúnes nos deja ver su manera tan astuta de hablar incluso de dinero sin que esto sea una prueba contundente en su contra.