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Diego Cedillo
“Que se vayan los pen…itentes y regresen los corruptos” me afirmó un caribeño, allá por las paradisiacas playas de Cancún, al rememorar que hace 10,950 ayeres, el Gober Miguel Borge Martín fundaba la Universidad de Quintana Roo, aseverando que por lo menos ellos hacían algo, a comparación del “Gobernadorsito” Carlos Joaquín González, quien aseguran será el responsable de ocasionar que la profecía maya, para generar una hecatombe, sea cumplida.
Pues ante él sargazo (que tiene bastante ocupado al Alm. Rafael Ojeda) en las playas del estado; el cateo del domicilio de Florian Tudor en Cancún. La inacción del gobierno (local) ante el aumento en casos de COVID-19 siendo los responsables de iniciar una tercera ola en el país. ¡Ah sí! y lo olvidaba, la inseguridad, destacando el atentado de la candidata de MORENA a Puerto Morelos (Cancún), Blanca Merari Tziu Muñoz.
Estimado Carlitos Manuel Joaquín, quizás la solución para Quintana Roo, es que siga el ejemplo de Porfirio Díaz y así como él, hoy pero en 1911 se embarco en el vapor alemán Ypiranga, rumbo a su exilio en Europa, usted podría embarcarse en un ferry con renuncia en mano.
Hablando de las profecías mayas, aseguran las y los campechanos que en la región del Petén en Calakmul, resonaron los templos ante las vociferaciones del candidato ¿panista? para Campeche, Eliseo Fernández, al presumir su presunta “amistad” con el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pues aseguran los confidentes de este tecleador, que el candidato del partido (propiedad de Dante Delgado) Movimiento Ciudadano Fernández Montúfar, optó por decir mentiras, ante su baja en las encuestas encabezadas por la morenista Layda Sansores.
¿Acaso la mamá de Eliseo Fernández, no le habrá enseñado que esta mal decir mentiras?
POST-IT
Este fin de semana se vió algo inédito, pues fueron vacunados el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas y la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum ¡Enhorabuena!
Las personas más influyentes en la CDMX, hicieron fila e incluso participaron en las actividades recreativas. ¡Vaya que han cambiado los tiempos!