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Salvador Trejo
A los comerciantes formales e informales del Centro Histórico les aplican la Ley de Herodes ¡O te chingas o te jodes! Pues los obligan a pagar derecho de piso no uno sino varios grupos criminales y la neta ya no pueden distinguir quién es de un grupo y otro, pues todos quieren sacar lana.
El más claro ejemplo es la lucha interna que se desencadenó al interior de La Unión de Tepito, donde por un lado José Luis “M”, El Chila y por el otro un cabecilla apodado El Chori, iniciaron una guerra por el control del llamado Triángulo de las Bermudas para la delincuencia, que abarca las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza y GAM, aunque su principal objetivo es el Centro Histórico, donde recaudan millonarias ganancias producto de las extorsiones a los comerciantes.
La guerra entre El Chila y El Chori provocó una ola de ejecuciones en el Barrio Bravo y el Centro Histórico y se espera que las vendettas disminuyan con la reciente captura de El Chila, lo cual sinceramente no creo, pues cada vez que la tira chilanga atora a un líder de La Unión de Tepito nos dicen que ese cártel está en declive y en proceso de desarticulación, pero es mentira, porque el liderazgo lo agarra otro y los delitos de alto impacto nomás no cesan.
Las áreas de inteligencia de la SSC y la Fiscalía chilanga han hecho su chamba a medias, porque de nada sirve que estén llenando las cárceles de pillos sí no exterminan el cáncer en su totalidad. Una buena medida sería promover juicios de extinción de dominio para expropiar vecindades, departamentos y otras propiedades en donde los malandros cometen sus atrocidades que van desde levantones, secuestros, torturas, bestiales asesinatos y comercialización de drogas, de no ser así el índice de violencia seguirá aumentando y el pago de derecho de piso no se acabará nunca.
