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En un año, el número de trabajadoras sexuales, ascendió de 7 700 a 15 200 en la CDMX, lejos de desaparecer, las trabajadoras sexuales se adaptan a la crisis sanitaria.
Daniel Samperio
En las inmediaciones de la Clínica 10 del IMSS en la alcaldía Benito Juárez hay un incremento de camionetas y autos aparcados con las puertas semiabiertas y vidrios polarizados. Los sexoautomoviles, son el nuevo modo de operar de las trabajadoras sexuales para paliar la falta de habitaciones y el aumento de trabajadoras en la zona.
De acuerdo con la asociación Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, en un año, el número de trabajadoras sexuales, ascendió de 7 700 a 15 200 en la CDMX. Este aumento se debió a las difíciles condiciones económicas derivadas de la pandemia de la Covid-19.
Miroslava, una mujer transexual originaria de Monterrey, declaró que el aforo limitado en los hoteles la ha obligado a trabajar en su auto. “Me instalo desde las diez de la mañana y me voy a las cuatro”, comenta.
Como en todo servicio hay opciones, desde autos compactos hasta camionetas Suburban, para personas que gustan de una experiencia sexual más cómoda.
–¿Y las que no tienen auto?
–Gente de aquí de la colonia, comerciantes, el padrote o entre ellas se rentan el auto: 250 o 300 pesos por hora.
–¿Qué hay de tus ingresos?
– Sin pandemia tendría 2 mil pesos, ahorita sólo llevo un oral de 200.
En abril de 2020 la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social, otorgó apoyos económicos a trabajadoras sexuales para mitigar la contingencia sanitaria. Sin embargo, para algunas trabajadoras el apoyo no es suficiente.
Esperan que con la transición al semáforo amarillo haya más clientes. Aunque algunos hoteles operan con mayor capacidad, las habitaciones siguen siendo insuficientes, por lo que el sexoautomovil seguirá siendo una opción.
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