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Héctor García
La pandemia provocada por el virus SARS- CoV-2, dejó a miles de mexicanos sin empleo durante 2020, en su mayoría mujeres jóvenes, casadas, madres solteras, viudas y solteras, estas últimas con obligaciones económicas en sus hogares.
De acuerdo con cifras del INEGI, más de 2 millones de mujeres en edad de trabajar, quedaron fuera de un empleo formal por la pandemia, por el cierre de miles de pequeñas empresas o el nacimiento de otras.
De ese total alrededor del 15 por ciento se quedaron sin empleo formal, obligándolas a buscar alternativas de trabajo que les redituara recursos económicos.
Ante la falta de un trabajo estable y remunerador, nacieron con fuerza las “nenis” término aplicado de nena, cuando las damas llaman para informar que está listo el pedido solicitado por el comprador.
A través de las redes sociales o plataformas digitales, las jóvenes mujeres ofrecen comida, enseres, ropa, calzado, artículos varios y más, como una forma de autoempleo para generar recursos económicos para aportar en sus hogares.
En la CDMX, es común observar en diferentes estaciones del STC-Metro, como mujeres jóvenes llegan con paquetes y bolsas para entregar los pedidos.
No existe un lugar fijo para la entrega de mercancías y una estación del metro sirve como referencia para el encuentro con el cliente.
Sin embargo, la utilización interna de las instalaciones del metro, ha provocado que personal de vigilancia las vea con malos ojos. Algunas veces varias han sido reprendidas y otras han recibido amenazas de quietarles su mercancía si las vuelven a ver.
Ante dicha situación, un grupo de jóvenes emprendedoras buscan que las autoridades capitalinas les permitan realizar las entregas de mercancía sin ser molestadas, al no molestar al usuario, solo haciendo uso de los pasillos internos para la entrega de mercancía, pero abandonando el lugar cuando termina la transacción.
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