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Héctor García
En el primer cuadro de la Ciudad de México, autoridades calculan la existencia de entre 25 y 30 mil vendedores en la vía pública con 32 liderazgos como una forma de ganarse la vida.
Está parte del centro histórico se encuentra bajo la rectoría del gobierno capitalino, a través de la Secretaría de Gobierno.
Las calles de esta parte de la ciudad se han convertido en el deseo y anhelo de organizaciones que no tienen presencia, presionando a las autoridades capitalinas para que les sean autorizados lugares para la venta de sus productos.
Desde el inició de la administración los liderazgos de otomíes e indígenas, han buscado posesionarse de los alrededores de los edificios del Gobierno capitalino, bajo el argumento que son grupos vulnerables.
Las autoridades les han ofrecido un espacio sobre la calle de Uruguay, debido a que los alrededores de los edificios del GCDMX existe mucho tránsito de personas y deben mantenerse sin ningún obstáculo las rutas de evacuación.
Los liderazgos rechazaron la calle de Uruguay, por lo que nuevamente este martes el parlamento indígena se reunió con autoridades de la Secretaría local de Gobierno, para buscar una salida para que no se instalen en los corredores de los edificios del GCDMX o el arroyo vehicular de la plaza de la Constitución.
¿Sabías qué? Los únicos beneficiarios son los líderes de indígenas.
Dato: Los verdaderos indígenas tienen que pagar a su líder 100 pesos diarios por un espacio para vender sus mercancías.
