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Puebla.– Ricardo Alexis Díaz, exconductor del servicio de la plataforma Cabify, fue declarado culpable este martes por el feminicidio de Mara Fernanda Castilla, la joven estudiante de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), secuestrada y abusada en septiembre de 2017. El fallo lo confirmó Gabriela Miranda, madre de la occisa.
“Por fin se está haciendo justicia, por fin podemos limpiar el nombre de nuestra hija de tantas acusaciones tan tristes, tan feas, tan bajas, en que la querían involucrar y con esto se ratifica que el único culpable era Ricardo Alexis Díaz; después de casi cuatro año por fin estamos respirando justicia, nada nos va a devolver la vida de nuestra hija pero desde que la perdimos en eso nos enfocamos”, dijo en entrevista la madre de Mara en las afueras de los juzgados.
Por su parte, Alejandro Castilla, el padre de la víctima, señaló “queremos una pena ejemplar para esta persona, para evitar que a más jóvenes de este país se les siga lastimando con estos feminicidios”.
Mara desapareció tras pedir un servicio de Cabify
Mara Castilla desapareció el 8 de septiembre de 2017, luego de reunirse con algunos amigos en el bar The Bronx, de Cholula. La última vez que la vieron con vida fue a las 5 de la mañana, cuando solicitó un taxi de la empresa Cabify para volver a su casa.
La plataforma registró que la unidad tomó el servicio, pero la joven nunca llegó a su hogar.
Tras la desaparición, el inculpado, Ricardo Alexis, se presentó a declarar ante las autoridades de Puebla afirmando que había llevado a la estudiante a su casa y que ella había descendido del automóvil, aunque esa versión después quedó descartada con los videos de seguridad donde se observa que Mara nunca bajó del vehículo.
El 15 de septiembre encontraron sin vida el cuerpo de Mara y detuvieron al conductor al acreditarse su presunta responsabilidad en los hechos.
El próximo lunes será cuando la autoridad judicial emita el fallo condenatorio para definir cuántos años deberá purgar de cárcel el culpable, quien podría enfrentar una pena de entre 40 hasta 60 años de prisión.
