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Vaya sorpresa. La detención de la líder de comerciantes, Diana Sánchez Barrios, podría estar relacionada con una simulación y un asunto político. Recordar que ella busca ser diputada por el distrito local IX, y alguien perteneciente al grupo mayoritario en la capital busca sacarla de la jugada.
Presa política, pues además del entuerto legal que hay en su detención, hay pocas pruebas en su contra. Lástima que la Fiscalía General de Justicia de la capital se ha puesto al servicio de algunos para implantar un clima de terror previo al proceso electoral.
Tal parece que la candidata transgénero estorba en el camino político de algunos morenos. Recordemos que, además, todo este problema se genera por el ‘acuerdo’ -poco claro-, que existe entre el gobierno local y la líder de comerciantes, Claudia Morales Reyes, quien con su esposo, Martín Rebolledo, expolicía corrupto y vinculado a una red delincuencial en el Centro Histórico, pretenden adueñarse de esa zona de la capital.
Martín Rebolledo es un expolicía que tiene 6 averiguaciones previas por los delitos de robo, lesiones y despojo, pero alguien desde el Palacio del Ayuntamiento lo protege. Todo parece ser un enredo familiar, porque Morales Reyes es prima de Diana Sánchez Barrios, pero la primera supo meterse bien con los de arriba.
EN TLÁHUAC, con tal de conseguir aún oxígeno político para no pisar la cárcel, el exalcalde Raymundo Martínez Vite traicionó sus ideales en Morena. Ahora le ofreció amor al candidato de la coalición PRI y PRD, Alejandro Rojas Díaz Durán. Como primer paso una importante donación de pintura blanca de la alcaldía a la campaña de Durán, con tal de ponerle el pie a su misma candidata Berenice Hernández Calderón.
Vite, hay que recordar, está acusado por desvío de recursos, corrupción y tener un ejército de aviadores, además de ser un gánster de las adjudicaciones directas.
