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El lunes 8 se hicieron notar los movimientos feministas en diversos puntos del país uno de los que más me llamaron la atención fue sin lugar a dudas el que se llevó a cabo en la Ciudad de México donde las mentiras en redes sociales se hicieron notar de inmediato.
Se mencionó que habían francotiradores en Palacio Nacional, cuando en realidad eran pistolas anti drones que servían para eludir las frecuencias de esos dispositivos, con la única misión de no permitir que sobrevolaran por ese lugar.
El movimiento feminista me parece extraño, carece de fuerza y estatutos sólidos, que representen el mismo donde el anarquismo se apoderó de todas ellas y las transformó en monstruos en búsqueda de atención.
En el mundo diversos movimientos feministas tienen el respeto de miles de hombres gracias a lo interesante de sus propuestas, sin caer en el vandalismo justificando toda acción por el simple hecho de “hagan algo”.
Estoy casi seguro que este movimiento está auspiciado por algunos grupos de choque que pretenden desestabilizar al gobierno de la ciudad; con la única misión de provocar a las autoridades para que reprendan este tipo de acciones.
La imagen de diversos trabajadores del Metro reparando los daños y borrando las pintas me pareció de lo más triste donde es evidente que tanta energía desgastada no sirve absolutamente de nada.
Me pregunto si existen líderes reales del grupo feminista de México, que piensen de manera clara cómo buscar soluciones en vez de sólo generar más violencia de la que ya estamos hartos en el país.
Incluso nos encontramos a activista que trabajan de manera corrupta con funcionarios que las protegen y que han amenazado incluso a mi familia después de ventilar sus tejes y manejes, tan corruptos que en algún momento revelaré en mis redes sociales.
La persecución que viví gracias a decir la verdad es una historia que incluso ya está frente a la Fiscalía General de la República, denuncia que sigue activa gracias a esas amenazas aberrantes.