A veces, los castigos de las eras antiguas vienen bien para dar una lección a los que se quieren pasar de listo. Esto lo sabe muy bien una señora, quien castigó a su sobrino poniendolo a vender chicles, luego de que este humillara a una pequeña de bajos recursos.
“Vendo chicles porque humillé a una niña de bajos recursos”, se lee en dos papeles que el menor porta en pecho y espalda.
“Un mujer en San Luis Río Colorado, Sonora le dio una lección a su sobrino, ya que el día lunes se le hizo muy fácil a él y a sus demás amiguitos humillar a una niña de bajos recursos, qué pasa por las mañanas y tardes a juntar botes para ayudar a su familia a mantenerse.”
La pequeña junta latas de aluminio para ayudar económicamente a su familia.
La tía del pequeño decidió darle una lección colgándole el mencionado cartel y así aprendiera a respetar a los demás, sin hacerlos sentir menos o menospreciar lo que hacen.
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