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16/01/2020 05:05 / Centro, Tabasco
¿Te da miedo la oscuridad? ¿Tienes pánico a la noche? El miedo a la oscuridad es algo bastante normal en la infancia. Sin embargo, no tratarlo adecuadamente puede derivar en una fobia. El miedo a la oscuridad o nictofobia es un miedo irracional a la noche o a los espacios oscuros, generada por una percepción distorsionada del cerebro de lo que podría pasar en esas circunstancias. En realidad, en el miedo a la oscuridad no es la propia noche lo que te asusta, sino los riesgos que te imaginas que corres.
En los adultos el miedo a la oscuridad debe ser tratado como una fobia. Este miedo suele proceder de recuerdos traumáticos específicos que se produjeron en la oscuridad o de terrores de la infancia no superados.
Para superar el miedo a la oscuridad hay que aliviar el dolor de tiempos pasados, generalmente de nuestra infancia. Enfrentarte a tu miedo de forma racional es la vía para superarlo. Puedes hacerlo siguiendo las siguientes estrategias:
1. Apaga la luz voluntariamente Las personas con miedo a la oscuridad pueden empezar a reducir la luz paulatinamente a la hora de dormir. Al hacerlo a lo largo de varios días, es más fácil acostumbrarse y hacerse a la idea.
2. Busca estar a oscuras durante el día El día brinda la oportunidad de estar a oscuras. Busca un momento relajado y voluntariamente quédate en una habitación a oscuras. Pon música relajante e intenta pensar en algo positivo.
3. Desafía tus propios miedos El miedo a la oscuridad no es el miedo a la falta de luz, sino a los pensamientos que ocupan tu mente. Descubre cuáles son esos pensamientos, los verdaderos miedos, y enfréntate a ellos.
4. Controla tu cuerpo La imaginación puede estimular el miedo, pero necesita a tu cuerpo para que ese temor se apodere de ti. Por lo tanto, aunque no controles tus pensamientos, puedes controlar tu cuerpo.
5. Cambia tu concepto de “oscuridad” A medida que vayas aprendiendo a sentirte relajado en ambientes oscuros podrás ir cambiando tu concepto de oscuridad, la cual pasará de ser negativo a convertirse en un tema de descanso.
ALGUNOS SÍNSTOMAS
Los signos de que alguien puede presentar un caso de nictofobia son: Miedo irracional e intenso a la oscuridad.
Problemas para conciliar el sueño e insomnio durante la noche. Ansiedad o crisis de ansiedad en situaciones de oscuridad.
Sudoración, mareos o dificultad para respirar cuando se está a oscuras. Angustia al despertarse en un entorno oscuro.
Rechazo a salir de casa durante la noche. Necesidad compulsiva de tener una luz de referencia durante la noche.