Visitas
MANZANILLO, COLIMA.- Durante tres días de gira por centrales eléctricas del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador encargó un objetivo específico a Manuel Bartlett al frente de la CFE: arrebatarle el control de los privados en la generación de energía eléctrica que fueron beneficiados durante el neoliberalismo, dejando más pobres a millones de mexicanos.
Desde los inicios de la 4T se dejó en claro que el 60% sería energía generada por el estado y el 40% a privados, pero ahora en esta gira por las centrales de la CFE por el país, AMLO aseguró que la participación estatal podría incrementar hasta en 70%, en caso de que no haya inversiones.
En una visita técnica de supervisión al Complejo Termoeléctrico de Manzanillo, Colima y frente al director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz; la secretaria de Energía, Rocío Nahle; el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta, y el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, el presidente pronunció un mensaje en dicha planta frente a unos 400 trabajadores, donde los llamó a que se comprometan con el cambio en el país, que se conviertan en protagonistas del cambio con un trabajo conjunto.
Tras señalar que en su sexenio no subirá el costo de la energía eléctrica, y cuestionar que las empresas privadas del sector recibían subsidio y vendían caro, López Obrador afirmó que “se acabaron esos abusos, va a ser distinto”.
En cambio, apuntó que ahora se debe apoyar al sector energético con inversión pública, por lo que pidió a Bartlett hablar con los dirigentes del sindicato y revisar las últimas modificaciones al contrato colectivo en cuestión de jubilación, esto luego de que un grupo le hizo la petición a su llegada a la planta.
Explicó que dicho cambio lo hicieron hace tres años, por lo que “tienen tache los dirigentes”, y aprovechó para relatar que cuando se desarrolló la revisión del contrato colectivo con los trabajadores petroleros “me mandaron a decir los dirigentes, porque querían quedarse ellos con sus privilegios, y me mandaron a decir que estaban dispuesto a aceptar que se aumentará la edad de jubilación para los trabajadores petroleros, y los mandé al carajo. Lo que se hizo un quitar los privilegios para los dirigentes, no aumentar los años de trabajo para la jubilación”.
No obstante, acotó que no se debe entender que todo fue culpa de los dirigentes sindicales, sino que había muchas presiones, pero ahora hay libertad y democracia sindical.