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Un año después del presunto deceso de Luke (Mark Hamill) y del resto de los polémicos eventos de Los Últimos Jedi, la mermada Resistencia deberá enfrentarse, a matar o morir, con la Primera Orden. En Star Wars: Episodio IX – El Ascenso de Skywalker, que se estrena el primer minuto del jueves, será responsabilidad de Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega), Poe (Oscar Isaac) y Kylo (Adam Driver), forjar su destino.
“Además de la carga de ser el desenlace de un arco narrativo de nueve películas, la cinta debe sostener su propia historia. Este filme es sobre la nueva generación. Quisimos dejar claro lo que estos nuevos personajes han heredado, la luz y la oscuridad, y si están preparados para las pruebas que se les presentarán”, dice J.J. Abrams, director y guionista.
Al tratarse del final de una saga que se ha extendido por 42 años, se prevé que este episodio sea el más épico de los nueve, una especie de comunión entre pasado, presente y futuro. “La trilogía es el tercer acto de la estructura creada por Lucas”.
