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LOS DARDOS DE BRACHO
CARLOS BRACHO
ANTE LA SITUACIÓN QUE PRIVA EN NUESTRO MÉXICO LINDO…
…y querido, y que hoy no me ocuparé en repetir, porque todas y todos la sufrimos. Todos los medios de difusión, señalan, a diario, la violencia, las masacres, y ya no sigo con la lista negra. ¡Ya basta!.
Echándome unos sotoles y comiendo unas “coyotas”, y huyendo de los asaltos, a la mente me vinieron varios, dichos y refranes: “El sabio puede cambiar de opinión, el necio, nunca”, “Cae más pronto un hablador que un cojo”, “Por la boca muere el pez”. “De lengua me como un plato”, “Por un borrego no se juzga la manada”, “No hables bien de tí, déja que el pueblo lo haga”. Estas citas, son la experiencia dolorosa de los pueblos que la resumen en esas palabras, por demás, certeras.
Se aplican como dardos brachianos a las zonas mas blandas de los políticos mexicas. Estos fulminantes flechazos literarios siempre han dado en el blanco, porque encierran, como digo, una verdad.
Y, ahora, aterrizando, amigas insumisas, caballeros juaristas, creo que los podrán aplicar al polaco mexica que consideren que la está regando: ¿Al secre de tal oficina? ¿Al que dirige cosas nacionales? ¿Al que gobierna algún Estado? ¿A los diputados? ¿A los senadores? O sea, estimadas lectoras ¿A qué personaje de la vida pública le lanzarán un refrán? ¡Usted tiene la palabra!
Me bullían en el coco varios nombres de varios politicos, y hubo uno al que le cuadraban todos los que yo aquí he descrito. Claro que esa elección mia, es mía y sólo mía, así que no la comparto con nadie. ¿Qué qué personaje es el “agraciado”?. Eso es un secreto mío. Pero, lo más importante de este juego democrático, es que usted amiga Zapatista, le ponga al individuo por usted escogido, estos refranes y se los cuelgue como San Benitos. Vale.