Visitas
CDMX: El costo asociado a la inseguridad en Tabasco alcanza los 97 mil 135 millones de pesos, lo que significa un gasto per cápita o por individuo, de 38 mil 608 pesos, señalan cifras del Informe Índice de Paz 2019, elaborado por el Instituto de Economía y Paz.
El documento refiere que el costo que le representa a Tabasco la delincuencia alcanza hasta el 12.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) interno.
De acuerdo con el Indice, Tabasco empeoró tres lugares, al pasar del 18 en 2017 al 21 el año pasado, entre las entidades menos pacíficas, con una calificación promedio de 2.809 puntos.
Señala que lo anterior se debe al aumento de homicidios, delictos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego, crímenes de la delincuencia organizada y cárcel sin sentencia.
SE DETERIORA LA PAZ
Indica que el creciente impacto económico de la violencia refleja el deterioro de la paz que el estado ha experimentado en los últimos cuatro años.
Por ejemplo, en el 2015 el costo fue de 72 mil 122.8 millones de pesos; para el 2016 aumentó a 77 mil 697; en el 2017 ya era de 90 mil 353, y para el 2018 la cifra se disparó a 97 mil 135.3 millones de pesos, lo que indica un aumento de más de 25 mil millones de pesos.
Yucatán sigue siendo el estado más pacífico, seguido de Campeche, Tlaxcala, Chiapas e Hidalgo, mientras que Baja California, Guerrero, Colima, Quintana Roo y Chihuahua, son los menos pacíficos.
TRASTORNOS ECONÓMICOS
Respecto a la medición de este impacto económico, el Indice de Paz indica que la violencia y el miedo a la violencia producen importantes trastornos económicos.
En tanto que los incidentes violentos generan costos por daños a la propiedad, lesiones físicas o trauma psicológico; el miedo a la violencia altera el comportamiento de la economía, sobre todo al cambiar los modelos de inversión y consumo, pero también al desviar los recursos públicos y privados de las actividades productivas y dirigirlos a medidas de protección.
En combinación, los dos factores mencionados provocan importantes pérdidas en términos de bienestar, por déficit de productividad, ingresos no percibidos y distorsiones en el gasto, todo lo cual afecta el precio de los bienes y servicios.