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Las fotos de bebé son una cosa muy bonita para los padres. El hecho, después, de compartir la foto de sus retoños a través de redes sociales o con amigos, además de ser tierno, es un orgullo; nadie pensaría que pasa algo malo con eso. Es un hecho extraño que, a través de una fotografía, sea detectada una enfermedad mortal para un bebé de apenas meses de nacido.
Stacey DeClerk tuvo la suerte que quisiera cualquier mamá al descubrir en su hijo un tumor cancerígeno, cuando en una serie de fotografías descubrió una anomalía en uno de los ojos del bebé: se notaba una mancha brillante blanca.
Al principio creyó que se trataba de un mal enfoque de la cámara, pero al revisar las más de 40 fotografías que le realizo a su hijo, en todas salia esta extraña mancha. Una corazonada le hizo visitar al pediatra que, a través de una ecografía, diagnosticó lo peor: se trataba de un tumor cancerígeno.
Brody presentaba una retinoblastoma, extraño tumor que se desarrolla en niños menores de cinco años y que es muy difícil de detectar, pero gracias a la detección temprana del tumor por las fotografías, Stacey pudo salvar la vida de su bebé.
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