Visitas
LOS JUECES, EN ESTE PROBLEMA, TIENEN GRAN RESONSABILIDAD
Cada vez nuestra capacidad de sorprendernos se supera ante la amarga realidad que vivimos.
Debemos reconocer que la delincuencia se apoderó de nuestro país; no hay un solo lugar en la República Mexicana donde la violencia esté ausente, por el contrario, el crimen crece cada vez más, sin que exista ningún proyecto para disminuirlo.
Los gobernantes de todos los niveles, han hecho caso omiso al drama que vive la población; sin duda, ya nos hemos cansado de escuchar justificaciones; lo cotidiano es culpar al pasado y precisar que dejaron “un cochinero”; los gobiernos anteriores fracasaron rotundamente en su lucha contra la delincuencia, pero lo cierto es que no tenemos ninguna forma por la cual se tenga un plan, ya no para terminar con la actividad delictiva, sino por lo menos para disminuirla.
El problema no está en las leyes, mismas que pueden perfeccionarse; el drama mayor se encuentra en los torpes funcionarios que hoy por hoy deben atender la lucha para lograr la paz en la población. La policía es inepta, al exceso que algunas zonas se encuentran más seguras cuando carecen de vigilancia del cuerpo policiaco, que es bien sabido actúan impunemente cometiendo ilícitos al por mayor.
El otro ámbito de compromiso son las Fiscalías y Procuradurías, que en muchas ocasiones se encuentran limitadas dado que absurdamente se han incrementado las medidas para favorecer a los delincuentes.
Los jueces también tienen una gran responsabilidad en lo que bien puede considerarse un Estado fallido, ese es el drama en el que estamos inmersos. Deseamos fervientemente que al realizarse un informe presidencial, se presente un proyecto serio para, por lo menos, insistimos, disminuir la actividad delictiva, la cual nos ahoga de manera dramática.
