Visitas
Balancán, Tabasco
“No me mates Adrián, piensa en nuestros hijos, por favor…”, fueron las súplicas de la ingeniero Luisa “T”, a su marido, la noche del 24 de agosto, mientras sus vástagos permanecían encerrados en una recámara por instrucciones de su padre, quien 24 horas después llevó a botar el cuerpo de su cónyuge a un sitio apartado.
Todo inició cuando el taquero Adrián “N” y su cónyuge, Luisa “T”, el pasado sábado por la noche se enfrascaron en una discusión. Por unos minutos el silencio se apoderó de la habitación ubicada en la colonia La Colmena.
El hombre que hace 14 años le declaró el amor eterno a su pareja la golpeó, la tomó del cuello, le practicó una llave china y le dañó el cuello.
Los menores no pudieron ver el momento fatídico, pues su padre los había encerrado en una recámara con llave. Tras haber cometido el crimen empezó a ingerir cervezas hasta la mañana del domingo 25 de agosto, en señal de festejo.
Cuando decidió embolsar el cadáver y llevarlo a tirar hacia la maleza, los menores habían logrado salir del encierro y le preguntaron por su mamá, y él les respondió que por ahí andaba.
Los hijos vieron el bulto que llevaba su padre, por lo que le preguntaron qué llevaba en las bolsas y él contestó que era una cabeza de vaca, pues era común que hiciera esa actividad, ya que el homicida es taquero y tenía un negocio frente al Ayuntamiento de este municipio.
El cadáver de la ingeniero en una bolsa fue abandonado atrás de la colonia La Colmena en un terreno baldío, a unos 300 metros de donde vive.
La ahora extinta estudió en el Instituto Tecnológico Superior de Los Ríos como ingeniero, y era directora de una escuela.