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Ciudad de México
Desde 1992 van al menos tres robos a Casas de Moneda en América. México, Argentina e, incluso, Canadá, país de “primer mundo”, ya fueron burlados por los delincuentes con sendos robos a sus Casas de Moneda.
Los tres robos a las Casas de Moneda se cometieron sin disparar un arma de fuego y sin dejar lesionados durante los robos.
Cómo fueron los robos a Casas de Moneda
El atraco en la Casa de Moneda en México fue exprés, en Canadá fue un “robo hormiga” muy peculiar, y en Argentina, audaz y muy elaborado.
Tanto en Canadá como en Argentina los ladrones fueron detenidos y sentenciados a prisión.
En México, el robo exprés se inició a las 10:30 de la mañana del martes 6 de agosto de 2019 en la Casa de Moneda, que se disponía a abrir al público. En solo ocho minutos tres sujetos con armas de fuego entraron, muy oportunamente encontraron la bóveda abierta y huyeron con 1,567 monedas de oro, cada una con valor de unos 32,000 pesos ($50.144,000), y varios relojes conmemorativos.
La prensa de Canadá calificó, hace tres años, un sonado robo a la Casa de la Moneda como el “robo del siglo” en la categoría de “metales preciosos escondidos en el recto”.
El autor fue un ladrón solitario, Leston Lawrence, quien de noviembre de 2014 a marzo del 2015 cometió 18 robos de piezas de oro (reveló que metía las pepitas en un disco del tamaño de una galleta o una pelota de golf) en la Real Casa de la Moneda de Canadá. Cada golpe le generó unos 10,000 euros en un “Compro Oro” de Ottawa y depositó el dinero en un banco extranjero.
Leston trabajaba en la sección de refinería de la Casa de la Moneda de Canadá. Su trabajo consistía en garantizar la pureza del oro, que la institución presume que es superior al 99 por ciento, y cada vez que salía del trabajo pitaba el detector de metales pero el vigilante nunca le encontró piezas de oro encima. En 2016 la institución facilitó a la prensa un vídeo en el que se ve a Leston reírse mientras un guardia lo inspecciona con un detector de metales portátil.
Robo a la Casa de Moneda en Canadá
En total, Leston robó un total de 22 pepitas de oro, cada una con un peso de entre 192 y 264 gramos; vendió 17 piezas y obtuvo unos 170,000 euros (unos 130,000 dólares canadienses o 96,200 dólares estadounidenses). Con el dinero se compró una vivienda en su natal Jamaica y una embarcación en Florida.
Su racha duró solo cinco meses debido a que un empleado del banco sospechó de los inusuales depósitos de cheques en la cuenta de Leston.
Los investigadores asignados al caso revisaron la taquilla del empleado en la Casa de Moneda y hallaron un bote de vaselina, que los llevó a deducir el modus operandi de Leston, quien entonces fue detenido y en la revisión le sacaron un “disco” de 210 gramos de oro.
Hallado culpable
El 4 de febrero de 2017, un juzgado de Ottawa declaró a Leston culpable de contrabandear pequeños discos de oro de la Casa de Moneda donde trabajaba y lo sentenció a 30 meses de prisión y a devolver aproximadamente el valor del oro, que en el momento del veredicto era de unos 190,000 dólares canadienses; de no devolverlos en un plazo de tres años, pasaría otros dos años y medio en prisión.
Sus abogados recurrieron al Tribunal de Apelaciones de Ontario en julio de 2018. Alegaron que los jueces usaron el valor que tenía el oro en el mercado al momento de emitir su sentencia, pero el metal tenía otro precio cuando Leston lo vendió, unos 165,000 dólares canadienses, y solo pudo venderlos en unos 130,000.
Un mes después, los tres jueces del Tribunal de Apelaciones les dieron la razón y bajaron la multa de Leston a 130,206.19 dólares canadienses; para ese julio Leston aún no comenzaba a pagar porque esperaba que suba el precio de la casa que compró a fin de venderla.
En abril de 2018 la Real Casa de Moneda en Canadá informó del despido de otro trabajador, a quien no identificó, por la sustracción de dos piezas de oro de un kilogramo, valoradas en 110,000 dólares canadienses.
En esa ocasión, un responsable de seguridad testificó que, en 12 años de carrera, detectaron cinco robos a la Casa de Moneda, o sea, atraparon a empleados tratando de salir de la fortaleza con oro.
Argentina: 30 millones de dólares
Hace casi 27 años Argentina afrontó un elaborado y astuto robo “al estilo de la serie La Casa de Papel” en el Tesoro Regional del Banco Central que funcionaba en el subsuelo del Banco Provincial de Santa Fe, en la ciudad de Rosario.
Una banda de 13 delincuentes aprovechó el Plan de Convertibilidad lanzado en 1991 por el ministro de Economía Domingo Felipe Cavallo que reemplazaba la moneda vigente en Argentina, denominada austral, por el peso, cuyo valor entonces era igual al de un dólar. Las sucursales del Banco Central tenían la orden de sacar de circulación los billetes de 500,000 australes para quemarlos y reemplazarlos de a poco por los nuevos billetes de 50 pesos, es decir 500,000 australes igual a 50 pesos.
Al estilo de “La Casa de Papel”
Al igual que en “La Casa de Papel”, los ladrones intervinieron las comunicaciones telefónicas entre el Tesoro, el Banco Central y la División Bancos de la Policía Federal.
En vísperas de la Navidad, en la mañana del 22 de diciembre de 1992, mandaron un fax encriptado al Tesoro Regional en Rosario diciendo que al día siguiente tres portavalores del Banco Central iban a llegar en avión desde Buenos Aires para llevarse trece sacas (paquetes de dinero precintados y termosellados). Norberto Schiavetti, quien llevaba un mes como jefe de esa oficina, siguió el protocolo: llamó a la sede del Banco Central y le ratificaron la orden (por un delincuente de la banda).
Ante ello, a las 8 a.m. del día siguiente en el aeropuerto Fisherton se concretó el robo de 30 millones de dólares (las 13 sacas con 600,000 billetes de 500,000 australes) sin disparar una sola bala, pues los trabajadores del Tesoro entregaron a tres falsos inspectores del Banco Central que les presentaron sellos, membretes, firmas y credenciales perfectamente falsificadas.
Esa misma tarde Schiavetti volvió a llamar a la sede del Banco Central en Buenos Aires. “Despegaron esta mañana desde el aeropuerto de Fisherton las 13 sacas solicitadas”, informó Schiavetti a su superior quien respondió: “¿De que transacción está hablando?”. Ambos entonces se dieron cuenta que les habían robado 30 millones de dólares.
A causa del robo, se acortó el plazo para canjear los billetes de 500,000 australes, del 31 de marzo de 1993 al 15 de enero del mismo año, a fin de evitar o dificultar el blanqueo de los sustraídos.
40 detenidos, pero solo 12 acusados
Semanas después del atraco ya había 40 detenidos. Al final solo 12 fueron acusados. El juicio por “el robo del siglo” se inició 10 años después, en 2002, aunque Héctor “Tito” Rima, señalado como el cerebro de la operación, seguía prófugo.
Los ladrones cayeron porque uno, Horacio Ansil, le platicó el millonario golpe a un pai umbanda (padre o líder religioso de un grupo umbanda) que era informante de la Policía. Ansil fue detenido en enero de 1993 y después cayó el resto de la banda.
La fuga de “Tito”
“Tito” se rapó, engordó y se alojó en la ciudad santafecina de Esperanza. Pero fue detenido el lunes 11 de enero de 1993 junto a su novia Eleonora Garbagnoli y le encontraron 600 dólares y 760 pesos.
Pero a mediados de 1994 “Tito” salió libre bajo fianza con otro engaño, un aval entregó una finca para embargo pero ya la había vendido, y estuvo prófugo 12 años, hasta que fue apresado en marzo de 2005 en Mar del Plata; sin embargo, ya había prescrito el caso del “robo del siglo”. No obstante pasó años entrando y saliendo de prisión por otras estafas.
Al final, solo cinco fueron condenados y las penas fueron irrisorias, de tres y cuatro años de prisión porque no se logró acreditar el delito como robo sino como fraude.
En el caso del robo a la Casa de Moneda en México, desde la tarde del mismo martes 6 de agosto el gobierno difundió las imágenes de los tres pistoleros que se llevaron cuando menos 50 millones de pesos.