Visitas
Ahora que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, está decidido a desterrar la corrupción, debería volver su mirada a los sindicatos, son muchos los líderes que por años han sido cómplices de lo que llama gobiernos neoliberales y siguen pegados a la ubre presupuestal.
Ejemplo de ello es Humberto Nava Genera, cabeza del Sindicato de la Fiscalía General de la República, quien lleva más de 15 años en el cargo, y es señalado de enriquecerse a costa de los trabajadores.
Por años ha disfrutado mensualmente de 290 mil pesos, por concepto de cuota sindical, dinero de los contribuyentes que va a parar a sus bolsillos porque los sindicalizados, que apenas ganan 10 mil pesos mensuales, nada saben de esa aportación gubernamental.
Nava es incondicional del priísta Joel Ayala, dirigente de la FSTSE; ambos, agazapados sobreviven en la 4T.
Una investigación parece obligada; el líder, por cierto, es señalado de haber comprado para él y sus allegados, títulos de doctorado sin haber pasado por las aulas. Obvio a una universidad “patito”.
