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PEÑA Y SALINAS DEBEN TERMINAR SUS DÍAS EN LA CÁRCEL…

Estamos acostumbrados a que gobernantes y en general hombres del poder caigan en desgracia, casi siempre como actos de venganza, ya que bien sabemos, los políticos, salvo casos de excepción, son ladrones sin escrúpulos y si se castigara a todos por su inmensidad de corruptelas, el estadio Azteca sería pequeño para encarcelarlos como corresponde.

Volviendo al tema, cada vez que uno de esos pícaros sean dirigentes, gobernantes u hombres de negocios, aparecen los defensores de los que tuercen la ley a su antojo, los famosos “Gana todas”, quienes siempre con el apoyo de jueces inmorales, se enriquecen por los altos honorarios que cobran y claro, los comparten con sus cómplices de la Corte, que en la práctica se vuelven sus socios; bien sabemos que los ministros y la gran mayoría de magistrados en el ámbito penal se manejan en combinación con abogados pillos que hacen y deshacen en el mundo jurídico.

Lo cierto de todo es que ha causado conmoción la detención y los graves delitos que se le imputan a uno de esos abogados de “gran poder”, Juan Collado, que recientemente se dio el gusto de exhibirse con varios ministros, así como con el exmandatario Peña Nieto, demostrando que era uno de que es intocable que la “mueven” con mucho éxito en Tribunales.

El tema es que se involucra en el proceso de Juan Collado precisamente a los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto. La sociedad espera con avidez, que por primera vez se logre castigar ejemplarmente a los siniestros ex gobernantes, en tanto no se logre ello, no existirá ninguna confianza en la justicia.

Enrique Peña Nieto, Carlos Salinas y su infinidad de cómplices deben terminar sus días en la cárcel, sólo entonces y nunca antes, México será un país verdaderamente libre, justo y democrático.

Con lo anterior nuestra Nación estará a la altura de los países a quienes no les ha temblado la mano encarcelar a sinvergüenzas políticos, lo cual es un ejemplo para exigir que el servicio público sea un acto de honestidad y nunca como sucede en territorio mexicano, un evento de rapiña.

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